Impertinente, el despertador,
me anuncia de nuevo que el día comienza...
a tientas lo encuentro y ahogo su voz.
Sin mucho afán, me pongo en pie,
la misma rutina, lo mismo de siempre...
me ducho, me visto y me tomo un café.
Salgo a la calle, en marcha otra vez,
me enciendo un cigarro, se apaga mi vida...
la mente confusa, no sé lo qué hacer.
Ansioso por verla, es mi única meta,
lejana... imposible.., es como cadena
invisible, que me ata de manos y pies.
Corona de espinas se vuelven mis sueños,
tenerla tan cerca... sentirla tan lejos.
Flagelo del alma son mis pensamientos,
corona de espinas, pasión y tormento.
J.A. Gillan
es xula però la temàtica se las trae, ha,ha.
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